18 mayo 2009

El cazador de almas: todo queda claro.


Una vez que Patrick hubo dejado a Trude en su cama, bajó a la cocina esperando encontrarse allí a Karen. Pensó que, aunque la noche estuviera ya muy avanzada y lo lógico fuese irse a dormir, lo mejor era pedirle a Karen terminar con la entrevista. -"Karen, ¿te encuentras bien?"- preguntó, al ver que aún estaba arrodillada en el suelo de la cocina, sujetando con una mano la sábana y con la otra su cabeza, como si no parase de darle vueltas a lo ocurrido. Entonces, ella se incorporó, le miró fijamente a los ojos y, sin siquiera levantar la voz pero con un odio visible en su tono, le dijo: -"Creo que mi trabajo aquí ha terminado. No quiero saber nada de tí, ni de tu profesión y por dios que no quiero saber que está ocurriendo en esta casa." -" Viniste aquí a salvar tu carrera y eso es lo que vas a hacer. Te lo contaré todo." -dijo él. -" ¿Esque no me has escuchado?¡ no quiero saber absolutamente nada! ¡esto es una tremenda locura! Esa mujer...tu mujer ...tu hermana...no sé quién es pero, está enferma, ¡casi se muere!. Por dios, Patrick, su piel estaba tan fría...y su aspecto...¡y ni siquiera has llamado a un médico! Vas a dejar que se muera y además, es todo por tu culpa. La tienes trabajando para tí y no puede ni con su alma..." -y entonces rompió a llorar. Patrick la abrazó. Mientras intentaba calmarla, le dijo: -" precisamente de eso quiero hablarte". La llevó hasta el salón, la acomodó en el sofá frente a la chimenea y le preparó un vaso de leche caliente. Cuando se sentó y ella ya se hubo tomado la leche y se calmó un poco, comenzó a explicarle. -"No sé por dónde empezar..." -"Empieza diciéndome quién es Trude en realidad" -dijo ella, mirando al fuego. -"Está bien, como quieras. Trude es...no lo vas a entender, pero forma parte de mi profesión, así que ...Trude es mi madre."-dijo. Karen, haciendo un esfuerzo por comprender toda aquella locura, le pidió que continuase su historia. Y así lo hizo. -" Habrás oído hablar muchas veces sobre criaturas de la noche, tales como los vampiros, los licántropos, las brujas...bien, dichas criaturas existen solo que ellos nunca harán lo que yo hice, salir a la luz. Veo, por la cara que estás poniendo en este momento, que no crees ni una palabra de lo que te estoy diciendo. Pues siento decepcionarte querida pero, estás hablando con una de esas criaturas. Tu cara ha cambiado, bien, eso es bueno, creo que empezamos a entendernos. Continuaré. Toda criatura tiene un principio, así como los humanos también lo tuvieron. Yo antes era humano pero...evolucioné. Para bien o para mal. Los vampiros chupan la sangre, así es como logran sobrevivir. Los licántropos se alimentan de carne humana...cada cual tiene su...afición. Yo me asemejo más al papel de un vampiro, solo que no me alimento de sangre, sino de almas. Concretamente de almas puras. En estos días que corren es muy difícil encontrarlas, los humanos sois tan corruptos...Pero siempre hay alguien que rompe esa regla. Lily por ejemplo, era el alma más pura que había visto en mucho tiempo. Querida, a estas alturas ya sabrás que puedo leer tu mente, bueno, es así como puedo diferenciar las almas puras de las que no lo son tanto. Y respondiendo a las preguntas que ahora mismo te estas haciendo y que me hacen dudar de que me estés escuchando, no, Lily no era para mí una simple alma. La amaba realmente. Y...sí, es verdad que Trude es mi madre. No te lo explicas, ¿verdad?. Verás, tú misma has podido observar que pese a su aspecto de juventud, está muy ajada y enferma. Como ya te dije antes, toda criatura tiene un principio, el mío es mi madre. No, no me estoy jactando de tí. Es obvio que mi madre es mi principio al igual que tu principio es tu madre. Pero no me refiero a eso. Verás, mi madre fue la primera cazadora de almas. Y yo lo he heredado de ella. No queremos ser lo que somos, no nos gusta. Pero tiene una ventaja, vivimos bastantes años. ¿De verdad quieres saber cuántos años tengo? Está bien, pues tengo unos 400 años. Ya no te parezco tan atractivo ¿verdad?. Sé lo que has estado pensando desde que me viste querida. No te averguences, es humano. Si te parece, te contaré cómo mi madre se convirtió en lo que hoy es. Todo empezó cuando, como es típico en los humanos, a mi madre le rompió el corazón un hombre que dijo amarla única y exclusivamente a ella. Mi madre cayó en una depresión. Pasaron los años y ella fue conociendo a otros hombres que le hicieron lo mismo. La naturaleza humana tiene un sentimiento muy curioso, llamado venganza. Mi madre, que hasta ese momento era un alma pura, decidió sucumbir al rencor, al odio. Decidió, que ella no sería alimento de almas impuras. Decidió simplemente, ser un alma impura y alimentarse de las puras, como habían hecho con ella. Y así comenzó todo. Mi madre vivió muchos años, alimentándose, sin pensar que, por muy dulce que fuese la venganza, jamás volvería a ser feliz. ¿Quieres saber por qué? Nosotros cazamos las almas cuando mantenemos algún tipo de contacto íntimo con ellas. Puede ser un simple beso o, una unión algo más ...especial. Cada vez que cazamos un alma, nos da unos meses más de vida. Al fin y al cabo, vivimos "eternamente" gracias a esas almas. Por eso mi madre está tan enferma y ajada. Como ya te he dicho antes, es difícil encontrar almas puras hoy en día, así que, las pocas que encontramos, mi madre me las da a mí. Es lógico que una madre quiera proteger a su hijo, más aún cuando, esta maldición no ha sido elección suya. Mi madre está muriendo, pronto acabará su sufrimiento. Ahora te hablaré de Lily, mi esposa. La conocí hace mucho tiempo. En cuanto la ví, quedé prendado de ella. Mi madre intentó avisarme de que jamás podría ser feliz con alguien así. Era el alma más pura que había visto nunca. Quería tenerla a mi lado. Quería amarla. Pese a la oposicón de mi madre, nos casamos. En la noche de bodas, para no perderla, tuve que explicarle mi forma de vida. Contrariamente a lo que yo había pensado que ocurriría, ella se quedó a mi lado, abrazándome y me juró que siempre me amaría. Y así o hizo. Vivimos felices durante años. No me arrepiento de no haber hecho nada con ella. Ella me amó, tal y como prometió, pero llegó el día en que tuvo que abandonarme. La peste se la llevó, tal y como se llevó a tantos otros. Podría haberle ahorrado el sufrimiento, haberme llevado su alma, pero, ella no se merecía eso, no, ella merecía el paraíso. Bueno, creo que ya lo sabes todo sobre mí. Puedes irte a descansar, mañana yo mismo preparé tus cosas para que puedas volver a tu hogar." Tras escuchar embobada toda la historia, Karen por fin reaccionó. Se levantó del sofá y se dirigió a su habitación sin decir una sola palabra. Mientras subía las escaleras, pudo escuchar un sollozo que provenía de la habitación que acababa de abandonar. Volvió sobre sus pasos y, armándose de valor, se dirigió hacia Patrick. -"¿Vas a dormir sólo esta noche? Déjame reconfortarte, es lo menos que puedo hacer" - le dijo al tiempo que le ofrecía su mano. Patrick la tomó y se echaron juntos en la cama. Días más tarde, Eddie, el editor de Karen, recibía una nota escrita por ella, que decía: "Aquí tienes tu historia, te la adjunto a esta nota para que puedas publicarla. Espero que tengas muchas ventas. Personalmente, creo que no vine aquí a salvar mi carrera, sino a salvar al menos algunos años oscuros de un ser que, al fin y al cabo es tan humano como tú o como yo o puede que incluso más. Cuidate Eddie."


FIN




-"

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