07 junio 2009

Las alas de mi vida: mi nuevo ángel guardián.


La luz del sol empezaba a bañar el cuarto de Lucy y cuando el primer rayo le dió en los ojos, se dió media vuelta y se tapó la cara con la sábana. No quería levantarse aún. -"¡Arriba perezosa! sal a disfrutar este día tan bonito."- oyó tras de sí. Lucy pegó un salto y salió corriendo de su habitación, al tiempo que gritaba como una loca. -" ¡ja,ja!"-oyó desde la cocina, donde se escondió debajo de la mesa con un cuchillo en la mano. -"¿Quién eres? ¿cómo has entrado aquí? ¿qué es lo que quieres?"-gritó Lucy. -"Soy Galor, no te asustes. Para ser Isska eres bastante asustadiza, ¿no crees?"-le contestó.-"Ven aquí conmigo Lucy." Lucy llegó al cuarto y se encontró con Galor. Nada más entrar, tuvo que entrecerrar los ojos por el fulgor que despedía. -"¿Te hace gracia? A mí ninguna. No acabo de acostumbrarme a vuestras 'apariciones'. Por cierto, ¿no puedes dejar de hacer eso?" -"¿Hacer qué?" -"Eso. Eso que haces con la luz. Vas a dejarme ciega y entonces no podré ver ni ángeles ni humanos." -"No puedo dejar de hacerlo. Así es como soy. Si no, no sería Galor." -"Esta bien, está bien...¿te apetece un café?."-le preguntó mientras se dirigía a la cocina a prepararse uno para ella. -"No gracias. Aunque quisiera no podría tomarlo."-dijo, sonriendo. -"Claro, supongo que no te alimentas. Bueno y, ¿qué haces aquí Galor? " Galor se dirigió a la cocina y se sentó a la mesa con Lucy. Y se quedó observando cómo se tomaba el café. -"¿Por qué sonríes así? Sólo estoy tomando un café." -"Debe de ser fascinante ser un ser humano."-dijo, cómo si fuese su mayor deseo. -"Sí...es increíble lo fascinante que puede llegar a ser."-le contestó con sarcasmo.-"Aún no me has dicho que haces aquí." -"¿Esque no puede tu ángel de la guarda visitarte de vez en cuando?". Lucy tuvo que dejar la taza sobre la mesa porque estuvo a punto de atragantarse. Miró a Galor. Su sonrisa era de oreja a oreja. Parecía feliz de ser su nuevo ángel de la guarda, así que dedició ahorrarse el sarcasmo esta vez y le dijo: -"¡Vaya! ¿Tú eres mi nuevo ángel guardián? ...¡qué bien!" -"¿A que sí? Yo también me alegré mucho cuando el consejo me lo comunicó. ¡Estamos hechas la una para la otra! Y, además, por fin haré algo importante. ¡Soy el guardián de Isska!." Galor estaba tan emocionada como si estuviese en un concierto de su grupo favorito. Lucy, sin embargo, pensaba que todo esto debía de ser un error. Y le dijo, con cara de estar un tanto decepcionada: -"Creo que me volveré a la cama." -"De eso nada, vamos, tienes que vestirte e ir a buscar un trabajo." Lucy, mirándola como si no se creyese lo que oía, le dijo: -"¿Un trabajo? Ya tengo un trabajo, ¿recuerdas? Ser vuestra espía." -"Pero no puedes vivir sólo de eso, Lucy. Yo no me alimento pero tú sí..." -"Ya, y...dime Galor, ¿ahora mandas sobre mí?" -dijo. Y se tumbó en la cama. -Galor se echó a su lado, la abrazó cariñosamente y le dijo: -"Somos un gran equipo, Lucy." Lucy decidió entonces que sería mejor sallir a buscar un empleo que estar ahí con ese ángel tan extraño abrazándola. Se levantó de la cama y con una sonrisa en la boca, le dijo: -"¿Sabes qué? Tienes razón. Me daré una ducha y saldré a buscar trabajo." -"¡Sí! sabía que al final entrarías en razón. Iremos juntas. Verás que bien lo pasamos."-dijo, contenta. Lucy se metió a la ducha y estuvo pensando. ¿Por qué le habían asignado a Galor como su nuevo guardián? ¿acaso no había ningúno que fuese normal? Primero, Gadreel. Y ahora Galor. El uno aparte de ser desagradable y un chulo increíble, por lo visto también era un rebelde y un traidor. Y la otra, bueno...no esque tuviera nada especial en su contra pero, ella misma le dijo que era un tanto nueva en esto, así que, no creía que fuese a cuidarla muy bien precisamente. Aunque por lo menos era agradable.Un poco infantil...pero agradable al fin y al cabo. -"A lo mejor me he levantado con el pie izquierdo. Creo que debería darle una oportunidad."-pensó. Cuando salió de la ducha, la llamó: -"¡Galor! Ven, tengo que preguntarte algo."-nadie contestó.-"¿Galor?". Todo era silencio. Lucy pensó que a lo mejor se había por un momento. Fue a vestirse a su cuarto y cuando entró, allí estaba, sentada en la cama y mirando por la ventana. -"Galor, te he llamado varias veces. ¿Por qué no has venido?" -"¿Acaso soy tu esclava? ¿Crees que tú, simple humana, eres superior a mí? Yo soy superior a tí. A partir de ahora que te quede claro esto."-dijo, sin dejar de mirar por la ventana. Lucy se quedó de piedra. -"Pero ¿qué coño pasa aquí? ¿No hay un puñetero ángel que sea normal?"-dijo enfadada. -"¿A qué te refieres con normal? ¿A que siga tus normas? ¿A que sea infantil, como has pensado antes?" -"Oye, no puedes invadir mi intimidad de esa manera. No vuelvas a meterte en mi mente, o..." Galor no la dejó terminar: -"O...¿qué, Lucy? ¿qué harás? ¿me harás daño? ¡Inténtalo!"-le gritó. Lucy no podía creerlo. ¿Qué estaba pasando? . -"Te demostraré que no eres más que una hormiga para mí. Y tal vez después puedas considerar tratarme mejor. Con algo más de respeto." Y dicho esto, se dió la vuelta y se iluminó tal y como hacía siempre, pero esta vez el fulgor era más fuerte y sus ojos... -"Así es como se le pusieron los ojos a Gadreel."-dijo Lucy en voz baja. Se asustó. Estaba realmente asustada, ¿por qué Galor hacía eso?. Galor cogió a Lucy por el cuello. Tenía las manos muy calientes, le estaban quemando el cuello. La soltó bruscamente y, cuando estaba en el suelo, la golpeó hasta dejarla sin conocimiento. Lucy se quedó allí tendida. Había sido brutalmente atacada por su ángel de la guarda.

1 comentario:

  1. Retiro lo de que quiero un angel de la guarda jejeje. K miedito!!! y k mala leche la jodia!!!

    Weno ale a seguir k yo estoy intrigada...

    Hasta el siguiente capi^^

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