12 agosto 2009

Las alas de mi vida: Mi respuesta.


-"Lucy, deberías levantarte ya o no llegarás a trabajar."-dijo Galor.
-"No creo que sea una buena idea. No he pegado ojo en toda la noche."- se quejó ella.

Galor, tiró de las sábanas para que Lucy saliera de la cama, pero no salía.

-"¡Ya es suficiente! ¡Deja de molestarme!"- dijo Lucy, sin siquiera abrir los ojos.

Galor paró de tirar de las sábanas y se quedó en silencio. Cuando Lucy se dió cuenta, se dió la vuelta para ver qué pasaba. Allí de pie, frente a ella, estaba su ángel guardián mirándola como si fuese una madre a punto de castigar a su hija por algo malo.

-"¿Ocurre algo...?"-preguntó Lucy.
-"¿Que si ocurre algo? ¡¿Que si ocurre algo?! ¡Sí Lucy, ocurre algo!"- le espetó.
-"Vaya...has contestado a mi pregunta con otra pregunta, como siempre, pero sin embargo has terminado con una afirmación. Eso es raro en tí. Aquí ocurre algo...."
-"Te diré lo que vamos a hacer. Vas a levantar tu culo de esa cama, vas a darte una ducha , te vestirás y nos iremos a trabajar. Sí, he dicho "nos" , porque esta vez te acompañaré. Y estaré pegada a ti durante toooooda tu jornada."- dijo, con el ceño fruncido.
-"¿Qué bicho te ha picado hoy? Ya te dije la otra vez...."
Galor se adelantó a sus palabras: -"Sé lo que me dijiste la otra vez. Pero esta vez tendrás que acceder. "
-"Ah, ¿sí? y eso, ¿por qué?"
-"¡Maldita sea, Lucy! ¡Soy tu ángel de la guarda y ni siquiera sabía que te estabas viendo con Gadreel!"
Lucy se quedó de piedra.
-"¿Cómo sabes tú eso? Es imposible..."
-"Oh, vaya. Así que es imposible , ¿verdad? Y eso ¿por qué? ¿Porque soy un ángel tonto? Vistete y vamonos."

Lucy no tuvo más remedio que obedecer a Galor e intentó no pensar en Gadreel en toda la mañana, para que no apareciese con Galor allí. Además, ya era suficiente intentar no parecer una loca delante de su jefe y de los clientes con un ángel hablandole cada dos por tres.

Cuando acabó su jornada y volvió a casa, supo que no iba a poder estar sola durante un largo tiempo, hasta que Galor volviese a confiar en ella. Solo podía estar sola en un sitio, el baño. Y allí volvió a leer la carta que Gadreel le entregó y de la cual Galor no sabía nada.

La carta decía así:

"Mi padre es sabio, Isska, pero alguien le ha nublado la vista haciendole ver que yo soy un traidor. Por eso me separaron de tí. Por eso ahora estás con Galor. Por eso ahora eres Isska y no solo Lucy. Se supone que tu deber ahora es adivinar de qué lado estoy y qué se supone que es lo que voy a hacer. Como bien sabes, existen dos bandos. El bien y el mal. Ahora bien, te explicaré lo que ocurre. Te diré por qué piensan que yo soy el mal ahora mismo. Te diré todo lo que no van a contarte. Esta guerra entre los dos bandos lleva en marcha demasiado tiempo y hay seres del bando del mal que no quieren que esto continúe así. Quieren emprender una verdadera guerra, una que termine con todo esto de una vez. Quieren obtener el poder de una vez por todas. Están dispuestos a desafiar a su propio creador, como ya lo hizo Lucifer, pero esta vez, esperan la victoria. Y aquí viene lo bueno. Agárrate. Puede ser que esta vez la consigan porque tienen a alguien del bando del bien de su lado. Alguien que puede infiltrarse con facilidad en la mente de Él. ¿Sabes ya de quién te estoy hablando? Quién mejor que "la palabra de Dios" ¿recuerdas lo que significa el nombre de Amira, verdad? Y fue porque me di cuenta de lo que ocurría, de los planes de Amira, por lo que empecé a investigar y por lo que Amira me tomó por un estorbo para ella y decidió manipularle a Él para que pensara que soy un peligro para el bien.
Y cuando tú decidiste dejar este mundo, me fije en tí, como nunca antes me había fijado. Supe que si evitaba que te fueras, Él lo vería y pensaría que algo extraño ocurría entre tú y yo , como si yo fuese a utilizarte para mis "malignos planes". Supe que te convertiría en Isska.
Ahora necesito tu ayuda para descubrirla. Creéme, ella no te quiere ayudar. Yo sí."

Entonces decidió que tenía que hablar con él, tenía que llamarle. Y sabía cómo hacerlo, así que, cerró los ojos y revivió una vez más el beso. Las mejillas se le llenaron de lágrimas recordándolo y entonces Gadreel, secándoselas con la mano, le dijo:

-"Eh, tranquila, ya estoy aquí, contigo."
Lucy le sonrió y se abalanzó sobre él para abrazarlo. Y él la correspondió protegiéndola entre sus brazos.
De pronto sonó la puerta. Era Galor, impaciente por ver que no salía del baño.

-"¿Estás ahí? ¿Lucy?"

-"Tenemos que decírselo. Tenemos que hablar con ella. No se lo dirá a Amira, lo sé."-le dijo a Gadreel. Él no pensaba lo mismo y lo dejó ver en un gesto de preocupación. -"Mira, querías una respuesta,¿ no? Mi respuesta es sí, confío en tí y te ayudaré. Quiero que tú también confies en mí. Y en ella."

Galor seguía en la puerta. -"¡Lucy! ¿con quién estás hablando? ¿es él? ¿es Gadreel? no me hagas atravesar la puerta, sabes que puedo hacerlo."

Gadreel tomó la mano de Lucy y le dijo:
-"Está bien, vamos. De todos modos, no aguanto sus gritos."
Lucy sonrió y abrió la puerta y salió del baño con él.

Galor no se lo podía creer.
-"Tenemos que hablar" - le dijo Lucy, invitándola a sentarse.

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