09 octubre 2009

Las alas de mi vida: A solas con Gadreel


Ya habían pasado unos días desde que Gadreel les reveló a Lucy y a Galor el destino de ésta última. Gadreel pactó con Galor que fuese él quien estuviese en estos momentos protegiendo a Lucy y no ella, por lo que pudiera pasar. Así que, Galor decidió retirarse del campo de batalla por un tiempo. Lucy no se hacía a la idea de no tener a su ángel protector rondando por todos lados, acompañandola al trabajo, cotilleando su vida...jamás pensó en echarla tantísimo de menos. Con el tiempo, Galor se había convertido para Lucy en una especie de hermana pequeña, aunque fuese Galor la encargada de protegerla, Lucy sentía que el deber de protección era más para ella. Gadreel despertó a Lucy por la mañana, tenía algo muy importante que decirle. -"Y ¿bien..?"- preguntó Lucy desde la ducha. -"Verás, he estado investigando, mirando a ver si podemos ayudar a Galor de alguna manera. Ya sabes, que vuelva a ser un ángel."-le contestó. Lucy salió de la ducha empapada y a todo correr, preguntando a su invitado: -"Y ¿bien...?" -"¿No sabes decir otra cosa?"-dijo Gadreel antes de girarse para hablar con ella. -"¡Claro que sé decir...ay!-soltó un gritito. -"¿Qué pasa ahora?"-preguntó él, girándose. -"¡No te gires! ¡No mires!"-gritó estresada. Haciendo caso omiso, Gadreel se giró y vió a Lucy tapándose el cuerpo con las manos e intentando coger con un pie la toalla que se le había caído al suelo. Ella, primero se puso roja y , cuando reaccionó, le soltó un tortazo en la cara a Gadreel, quien, jocosamente le dijo: -"Intentando impedir que te vea, te lo he visto toooooooooodo. ¡Ja ja! ¿No te has dado cuenta de que al darme el tortazo has destapado ciertas partes?" -"¡Te he dicho que no te girases!"-le gritó, avergonzada. -" Bueno, vamos a dejar esto. Tengo algo importante que decirte."-dijo, mirando para otro lado pero aún riendose por dentro. -"¡Esto es importante!"-dijo, enfadada. De espaldas a ella, mirando por la ventana y esta vez intentando poner una voz bastante más seria, le dijo: -"No creas que ver tu cuerpo desnudo es importante para mí" A lo que Lucy contestó: -"Tienes razón, Galor es ahora más importante."- Mientras pensaba: " ¿No es importante?" -"¿No tienes curiosidad por saberlo?"- le preguntó, esta vez mirandola a los ojos. -"Pues...la verdad es que sí. A ver, dime , ¿por qué no es importante para tí verme desnuda? ¿Qué vas a decirme? ¿Que ya me lo has visto todo otras veces? ¡Vaya ángel más...!" Gadreel, quitando la cara seria que había puesto hacía apenas unos segundos, se rió en la cara de Lucy. -"Pero, oye, ¿por qué estás tan obsesionada conmigo? Aunque yo quisiera que pasase algo entre nosotros, que no quiero, no podríamos tener sexo, ¿entiendes?" Lucy se quedó blanca. -"¿Pero tú de donde has salido? ¿Estás seguro de que no eres tú el demonio? ¡Será posible! Tanta arrogancia no es normal en un ángel." -"Sí...pero no me has negado que estás obsesionada conmigo. ¡Ja ja!" -"Ni lo estoy, ni lo estaré. Y ¿quién te ha dicho que yo quiera tener sexo contigo?...¿por cierto, por qué no podriamos tener sexo? ah, ¡ja ja! ¡ya sé por qué! jijiji! es porque no tienes genitales ¿no?" -"Bueno, si te refieres a la creencia general de que los ángeles no tenemos genitales ni sexo que nos diferencie, ya te digo que no es más que una creencia"-le dijo con aire importante. Esta vez le tocaba a ella reirse: -"No, Gadreel. Me refiero a que tú y sólo tú no tienes..." Gadreel supo que este asalto lo había ganado Lucy, así que quiso cambiar de tema. -"¿Qué tal si tratamos el otro tema?" -"¡Ja ja! ¡Lo que tú quieras! ¡He ganado y con eso me vale!" No podía dejarlo así. Él sabía cómo ganarla y la tentación del jugoso premio de ganar a Lucy era enorme...así que, mientras ella se regocijaba en su victoria, él la tomó por la cintura acercándola a la suya suavemente. Él sabía lo que tenía que hacer, sí. Seguro que así ella caía rendida. Lucy dejó de reirse para mirarle a los ojos. Le temblaba todo el cuerpo. Se podía respirar una tremenda pasión en ese momento. Los ojos de Gadreel se tornaron dulces y sus manos sobre el cuerpo de Lucy, se volvieron suaves y a la vez curiosas. Recorrieron desde su cintura hasta su cara con un ardor a la vez inesperado y deseado. Tomándole la cara, comenzó a acercar sus labios a los de Lucy, que no conseguía moverse un ápice. Lucy creía estar soñando. Cerró los ojos y se mostró dispuesta a que él la besara por fin. Sus labios se rozaron y terminaron uniendose en un beso apasionado y cariñoso a la vez. Un beso que parecía decirlo todo. Todo lo que ambos sentían, estaba encerrado en ese beso. De pronto, Gadreel se apartó, riendose y le dijo a una atónita Lucy: -"¡Ja ja! ¿Creías que podías ganarme? ¿En serio? ¡Ja ja ja!" Sentía que quería llorar. ¿Qué acababa de pasar? Increíble. No podía pensar en nada más que llorar. Pero no delante de él. -"Vale. Has ganado. ¡Ja ja! La verdad es que ha sido muy bueno..."-dijo, reprimiéndose. -"Sí, así soy yo. ¡Un vencedor nato! Bueno, tengo que irme ya"-dijo. -"Espera..."- se apremió Lucy. -"Ah, claro, es verdad, con tanto jueguecito tonto al final no te he contado eso tan importante que tenía que contarte. A partir de mañana serás un ángel."-Y dicho esto se fue. -"¡Gadreel! ¡No te vayas! ¡No puedes soltarme algo así y largarte sin más! ¡Gadreeeeeeeeeeeeeeeel!"-gritó. Mientras tanto, Galor recibió una visita indeseada en la cueva en la que se había recluido voluntariamente. Era Adifa. -"¿Qué haces aquí? ¿Cómo me has encontrado?"-preguntó. -"¡Oh, querida! sólo pretendo ayudarte...ahora eres uno de los míos, ¿recuerdas?" -"Jamás seré uno de los tuyos. ¡Soy un ángel!"-le dijo. -"En eso llevas razón, yo también soy un ángel. Pero no de la luz, ya no."- le hizo ver. Galor se entristeció. Adifa tenía razón, ella no volvería a ser un ángel nunca más. -"¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Por qué dejas que tu protegida retoce con ese ángel? Reconozco la pasión y la lujuria a kilometros de distancia. Mmmm....seguro que se lo han pasado genial dejándote a tí de lado. La verdad es que les ha venido muy bien el hecho de tu que tú te conviertas en demonio para apartarte de ellos, ¿no crees? Además-le dijo mirándola directamente a los ojos-es injusto que Lucy se quede a Gadreel...tú eres más afin a él que ella, y a ti te gusta de verdad." Galor se quedó pensando en lo que Adifa acababa de decirle. Al no escuchar respuesta alguna por parte del nuevo demonio, Adifa le espetó: -"No conseguirás reprimir el odio y la ira. Ahora es la oscuridad la que invade tu vida, no podrás huir de ella, pues esto es lo que eres. Tu soberbia te llevó a ello. Alégrate, al menos no te has convertido en un estúpido humano. Llámame cuando necesites algo. Entre nosotros encontrarás verdaderos amigos, no como los que has dejado atrás. Tenlo presente."-Y se fue.